Macarrons a la bolonyesa

Los macarrones a la boloñesa son un plato clásico de la cocina italiana que ha conquistado el paladar de personas de todo el mundo.

Estos deliciosos macarrones se caracterizan por estar acompañados de una salsa boloñesa, que consiste en una mezcla de carne molida, tomate y especias.

En este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre los macarrones a la boloñesa, desde su origen hasta cómo prepararlos de manera fácil y rápida.

Origen de los macarrones a la boloñesa. Aunque muchas personas asocian los macarrones a la boloñesa con la cocina italiana, su origen se remonta a la ciudad de Bolonia, en la región de Emilia-Romaña.

Allí, en el siglo XVIII, los habitantes de la ciudad crearon una salsa a base de carne y tomate que se servía con fideos.

Esta salsa se llamaba "ragù alla bolognese" y se considera la precursora de la salsa boloñesa que conocemos hoy en día. Con el paso del tiempo, esta salsa se fue popularizando y se comenzó a servir con diferentes tipos de pasta, incluyendo los macarrones.

Con la llegada de los inmigrantes italianos a otros países, como Estados Unidos y Argentina, la receta de los macarrones a la boloñesa se expandió por todo el mundo, convirtiéndose en un plato muy querido y reconocido en la gastronomía internacional. Preparación de los macarrones a la boloñesa. Para preparar unos deliciosos macarrones a la boloñesa, necesitarás los siguientes ingredientes:.

- 500 gramos de macarrones.

- 500 gramos de carne molida.

- 1 cebolla picada. - 2 dientes de ajo picados.

- 1 lata de tomates pelados.

- 1 cucharada de pasta de tomate. - 1 cucharadita de orégano. - 1 cucharadita de albahaca.

- Sal y pimienta al gusto.

- Queso parmesano rallado para servir. Para comenzar, hierve los macarrones en una olla con agua y sal hasta que estén al dente. Mientras tanto, en una sartén grande, cocina la carne molida a fuego medio-alto hasta que esté bien dorada. Agrega la cebolla y el ajo y cocina por unos minutos más. Luego, incorpora la lata de tomates pelados, la pasta de tomate, el orégano y la albahaca.